
Voces del Territorio
Historias que inspiran


“Mi papá rompió el patrón" – La historia de Josefina Méndez Gómez, joven ganadera de Salto de Agua, Chiapas (Zona indígena)
Mi nombre es Josefina Méndez Gómez, tengo 23 años y vivo en el ejido Cenobio Aguilar, municipio de Salto de Agua, Chiapas. Mi familia está formada por mis padres, Nicolás y Manuela, y mis hermanos Jonás y Martha Méndez Gómez. Mi padre se dedica a la agricultura y la ganadería, tenemos 13 hectáreas, y mi madre, además de ser ama de casa, cuida con esmero los animales del traspatio.
Mi historia comienza cuando tenía apenas 8 años. Desde entonces, mis padres me enseñaron lo que es trabajar en el campo, cosechando frijol, calabaza y otros cultivos. A los 16 años, mi papá empezó a enseñarme el manejo del ganado: cómo alimentarlo, detectar enfermedades, apoyar en partos, y muchas otras labores. En aquel entonces, él iba montado a caballo y yo caminando, pero eso no me importaba, porque para mí era una aventura. Me encantaba acompañarlo.
Poco a poco me enseñó a ensillar, cepillar, bañar y dominar un caballo. Siempre me decía que para montar había que hablarle bonito al animal, que debía acostumbrarse a mi voz. Recuerdo con cariño mi primera caída al montar… no le dije nada a mi papá, porque me había mandado sola al rancho, como prueba. No quería fallarle.
Cuando mi papá enfermó, el rancho quedó bajo la responsabilidad de mi hermano Jonás. Al verlo asumir el trabajo de nuestro padre, mi hermana Martha y yo decidimos ayudarlo. Juntos nos enfocamos en continuar la labor familiar. Jonás nos enseñó tareas como sembrar postes, vacunar y bañar el ganado, fumigar, aplicar vitaminas y medicamentos, e incluso enmarcar animales.
Con el tiempo, Martha salió a estudiar una licenciatura, y yo también tuve la oportunidad de combinar el trabajo con los estudios: trabajo durante la semana como maestra bilingüe, hablo Chol y español, y estudio los fines de semana mi maestría. En vacaciones, regreso al rancho. Tenemos un acuerdo de trabajo mutuo entre los tres hermanos, un pacto que fue decisión de nuestros padres, y que hasta hoy seguimos cumpliendo con orgullo.
Gracias a que mi papá rompió el patrón he aprendido de ganadería. Me enseñó que la ganadería no es solo cosa de hombres. Me abrió la puerta para aprender, crecer y amar profundamente esta forma de vida. Hoy, junto a mis hermanos, continúo con la crianza del ganado y las enseñanzas de mis padres.


Martha Melgar: tradición ganadera y liderazgo en tiempos de cambio
Martha Amelia Melgar Cabrera de Ramírez, de 58 años, con tres hijos, Oscar, Fernando y Carlos, es Licenciada en Nutrición y desde hace varios años gestiona la finca “La Primavera”, dedicándole especial énfasis a la producción y comercialización de productos lácteos.
Finca La Primavera tiene una extensión de 117 Ha. de las cuales 60 Ha. son de bosque y para ganadería se utilizan 42 Ha. En la finca cuentan con una casa de habitación ocupada por los empleados y sus familias. Invierte el 70% de su tiempo en la finca y el otro 30% lo utiliza para sus actividades comerciales y gremiales. Su familia tiene por tradición la producción ganadera, pertenece a la 4ta, generación y le gusta, dado que desde pequeña sus padres le inculcaron el amor a esta actividad. Con la muerte de su hermano y su papá, Martha se dedica al 100% a gestionar la finca familiar.
En la gestión de la finca sus labores se concentran principalmente en la supervisión, dirección, planificación, apoyo en limpieza de áreas de lechera, así como la implementación de nuevas labores según las necesidades.
“La principal fuente de ingresos de la familia proviene de la producción de leche, venta de genética, venta de productos lácteos procesados por nosotros (queso, crema, requesón) y del apoyo económico de mi esposo”.
De los cambios más evidentes en el clima comparte “el tiempo de lluvia ya no es marcado como antes en donde uno decía que el invierno empezaba el 15 de mayo y terminaba el 15 de octubre, no es contante, a veces lluvias muy fuertes y luego varios días sin lluvia. El calor es más fuerte, más sofocante y afecta el crecimiento del pasto o lo seca. Los cultivos rinden si se logra tener un buen invierno (ni muy fuerte ni muy escaso). Se han perdido cosechas o los fuertes vientos han derribado milpas, u otro. Las fuertes lluvias pudren las cosechas.”
Señala que los efectos más importantes en su producción ganadera se evidencian en “la disminución de la producción de pasto o milpa para silo, a veces no se logra el rendimiento esperado. Esto conlleva a la necesidad de usar más concentrados, que encarece la producción. También cuando hay tormentas se tiene problemas con caminos y hay dificultad para que el que recoge la leche llegue en los días programados. El problema de los caminos también me afecta en la llegada a la finca, personalmente”
“Ocasionalmente hay necesidad de cambiar la rotación de los potreros buscando las áreas más seguras para el ganado. El ganado, cuando hay mucha lluvia se reciente y surgen enfermedades como mal de patas y disminuye la producción. Mayor probabilidad de que de mastitis, aumentan las células somáticas, que hace que el precio que nos pagan, disminuya”.
Para enfrentar esta variabilidad climática ha buscado áreas alternas para producción de forraje o de milpa para la elaboración de silos. Cambiar la rotación de potreros para que el ganado esté en áreas seguras y procurar el confort de las vacas.
“Yo empecé en forma más directa cuando falleció mi hermano, en pleno desarrollo de la tormenta tropical Agatha, y mi papá estaba un poco mal de salud. La pena era que los trabajadores no fueran aceptar mi dirección, pero gracias a Dios no fue así. Luego a los 3 años falleció mi señor padre, pero tuve la oportunidad de que en ese tiempo él me fue enseñando más de cerca lo que debía hacer, ya me fue guiando a tomar decisiones y a solventar problemas del diario vivir. Al mismo tiempo tuve el acompañamiento de mi mamá, que siempre estuvo al lado de mi papá y juntos resolvían lo que se debía y también fue una guía. Aparte del trabajo en finca, se dio que algunos de los vecinos suponían que la finca iba a terminar, que como mujeres no íbamos a poder salir adelante (quedábamos sólo mi mamá y 3 hermanas), pero gracias a Dios seguimos de pie con la finca, su trabajo y producción”
Desde el 2021 integra la junta directiva de la asociación de Criadores de Ganado Jersey de Guatemala, como vicepresidente. Luego en el 2022 como presidente, y si hubo y hay un poco como de recelo en la recepción de sus propuestas, por parte de algunos de los asociados; sin embargo, siempre se obtienen los resultados esperados “este año ha sido el más difícil en este ámbito, pero espero salir adelante” señala.
Formó parte de la junta directiva de la Cámara de Productores de leche, CPLG, como vocal III, en el período 2022-2024; fue parte de la junta directiva de la Federación de Ganaderos de Guatemala (FEGAGUATE), como secretaria en el período 2022-2024 y continua como secretaria para el período 2025-2027. Integra de igual forma la junta directiva de Cooproleche, como tesorero para el período 2025-2027.